lunes, 3 de junio de 2013

La Vocación del Franciscano Seglar.



La Vocación del Franciscano Seglar:


La vocación del franciscano seglar empieza primeramente cuando abrirnos el corazón a Dios para dejarnos amar por Aquel que desde siempre nos a amado y nos seguirá amando.

 
Guiados por tal Amor, seremos conducidos al mismo Cristo escondido en el prójimo; iremos a un mundo falto de paz, de amor, de esperanza, donde a través del testimonio de nuestras vidas daremos a conocer que Cristo está vivo y te ama a ti como a nadie, siendo a su vez mensajeros que pongamos: amor donde hay odio, perdón donde hay injuria, fe donde hay dudas...irradiando así el amor que Dios le tiene a ese hermano y a su vez a nosotros mismos, siendo instrumentos de alivio...siendo imagen de Cristo, quien vino a dar y que tan solo espera algo muy sencillo: Tu amor...

 
La vocación franciscana Seglar es un "aquí estoy Señor para hacer tu voluntad" siguiendo el espíritu de las Bienaventuranzas.

San Francisco encarno el Evangelio a su vida, vaciándose a si mismo primero, como bien lo decía San Pablo "vivo yo pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi",  proyectando así a cada instante de su vida el Santo Evangelio: en la oración, la contemplación y la acción, abrazando a Cristo pobre y crucificado.
"La vocación a la O.F.S es una llamada a vivir el Evangelio en comunión fraterna. Con este fin, los miembros de la O.F.S se reúnen en comunidades eclesiales, que  se llaman Fraternidades".
(Constituciones Generales articulo 1.1)


La regla y vida del Franciscano Seglar es esta: "Vivir el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres.


Cristo, don del amor del Padre, es el camino hacia El, es la verdad en la cual nos introduce el Espíritu Santo, es la vida que Él ha venido a traer abundantemente.

Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio pasando del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio".
(Regla 4 de la Orden Franciscana Seglar)